Laboratorio
Kintsugi Lab es una cooperativa que desarrolla ecosistemas digitales en la era post internet. Eso significa que, para nosotras,
internet es 100% real (vivimos aquí).
También significa que esperamos mucho más de él.
El internet de plataformas ha sido diseñado para el intercambio económico y la extracción masiva de datos. Este modelo monopoliza nuestra experiencia en la red y nos hace creer que no existe otra forma de habitarla.
Somos adictas a unas redes sociales que nos hacen daño o que nos aportan cada vez menos.
Creemos en un internet que conviva de forma más respetuosa con nuestros derechos, nuestro cuerpo-mente y nuestro entorno.
Sí, creemos en un internet más orgánico. Un internet que potencie nuestras vidas y nos aporte bienestar, no lo contrario.
También significa que esperamos mucho más de él.
El internet de plataformas ha sido diseñado para el intercambio económico y la extracción masiva de datos. Este modelo monopoliza nuestra experiencia en la red y nos hace creer que no existe otra forma de habitarla.
Somos adictas a unas redes sociales que nos hacen daño o que nos aportan cada vez menos.
¿Cómo parar?,
¿Cómo desengancharse?
Construyendo alternativas reales.
Creemos en un internet que conviva de forma más respetuosa con nuestros derechos, nuestro cuerpo-mente y nuestro entorno.
Sí, creemos en un internet más orgánico. Un internet que potencie nuestras vidas y nos aporte bienestar, no lo contrario.
¿Y cómo se supone que vamos a hacer esto?
Creando islas. Nodos. Pequeños paraísos. Creando espacios digitales de donde no te quieras ir.
Y creando nuevas exigencias. O mejor dicho, ayudando a que estas salgan a flote. Porque están ahí.
Formamos parte de un movimiento que sabe que internet está roto y a punto de experimentar grandes cambios. Cosas que ahora nos parecen normales nos parecerán aberrantes en unos años.
Llegamos pronto pero es urgente. Estamos dispuestas a reparar internet poco a poco, artesanalmente. Palpando las grietas para filtrar en ellas una nueva luz.
Formamos parte de un movimiento que sabe que internet está roto y a punto de experimentar grandes cambios. Cosas que ahora nos parecen normales nos parecerán aberrantes en unos años.
Llegamos pronto pero es urgente. Estamos dispuestas a reparar internet poco a poco, artesanalmente. Palpando las grietas para filtrar en ellas una nueva luz.
Empieza la era del internet inteligente.